miércoles, 21 de enero de 2009

Éramos tan pobres...

Cuando en la última reunión que tuvimos el año pasado se formuló la pregunta referente a cuáles eran las expectativas, que cada uno de nosotros tenía acerca de este trabajo de investigación, recordé un viejo cuento.


En un bar de campo, unos parroquianos relataban sus pobres infancias.
Cada uno redoblaba la apuesta del que le había precedido en el discurso, abundando en ejemplos que dejaban claro que él, había sido el más pobre de todos los allí presentes. Cuando sólo restaba que tres de ellos narraran las penurias vividas, el que tomó la palabra contó que su familia completa, compuesta por veinte integrantes, dormía amontonada sobre el piso de tierra de un minúsculo ranchito de adobe.


El siguiente, apurando el trago de ginebra, se apresuró a contar que él y sus hermanos, ni siquiera rancho habían tenido: - Dormíamos a la intemperie, dijo.


El último sentenció: ¡NOSOTROS ÉRAMOS TAN POBRES QUE NI INTEMPERIE TENÍAMOS!

Algo así les confieso me sucedió ante aquella pregunta, era tan pobre que ni expectativas tenía. Hoy les puedo decir que espero aprender algo acerca de cómo se desarrolla en realidad una investigación, cómo se construye un dato, cuándo es necesario desechar una hipótesis, y todas esas cosas que salvo para casos hipotéticos, por alguna exigencia en la facultad o en algún curso de capacitación, jamás hice; también que trabajemos bien y muy cómodos, que finalmente arribemos a producir algún conocimiento nuevo y que podamos comunicarlo.


En el próximo artículo les voy a dejar un resumen (no una reseña, eh) respecto de lo que contiene "Malvinas desde Londres" de Enrique Oliva, un libro que está bueno y tiene casi el tamaño de la Enciclopedia Británica, también algunas referencias del autor que son interesantes.


Luciano

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